Qué es el cáncer de útero

Es el cáncer que se origina en el útero, un órgano que forma parte del sistema reproductivo de la mujer. Se distinguen dos tipos fundamentales de cáncer de útero que son el cáncer de cuello uterino y el cáncer de endometrio uterino.

Cáncer de cuello uterino

Es el cáncer del útero que afecta al cuello uterino. El cuello uterino es la parte inferior del útero que está en contacto con la vagina y comunica a esta con el cuerpo uterino a través del conducto cervical.

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Síntomas del cáncer de cuello uterino

Entre los  los síntomas iniciales del cáncer de cuello uterino se pueden presentar los que se citan a continuación:

  • Sangrado anormal por vía vaginal. Puede ser durante o fuera de la menstruación
  • Sangrado por vía vaginal después de la menopausia, se denomina metrorragia posmenopáusica.
  • Flujo vaginal constante de color anormal, flujo sanguinolento o un flujo maloliente.
  • Dolor al tener las relaciones sexuales o dispareunia.
  • Coitorragias: sangrados por vagina con la relación sexual.
  • Dolor pélvico, dolor en la parte inferior del abdomen o dolor en la parte inferior de la espalda.

En los estadios precoces del cáncer de cuello uterino, se puede no sentir síntomas. Es por ello que  estos estadios se suelen detectar  en una revisión ginecológica, por medio de la citología cervicovaginal periódica o rutinaria.

Que sientas alguno de los síntomas citados aquí no significa necesariamente que tienes un precáncer o un cáncer uterino. Los  síntomas expuestos no son específicos del cáncer de cuello uterino ya que también pueden presentarse en otras enfermedades totalmente distintas.

Prevención del cáncer de cuello uterino

A pesar de que tomes medidas preventivas para evitar el cáncer de cuello uterino no lo podrás evitar de modo absoluto. Sin embargo, esas medidas te ayudarán a reducir el riesgo de padecerlo:

Prevención primaria del cáncer de cuello uterino:

  • Evitar hábitos tóxicos como fumar tabaco.
  • Utilizar el preservativo sistemáticamente.
  • Evitar la promiscuidad o los cambios muy frecuentes de pareja.
  • Vacunación contra el VPH o virus del papiloma humano.
  • Realizar citología cervico-vaginal periódicamente.
  • Prueba de detección y tipaje del VPH o virus del papiloma humano.
  • Medidas para evitar la infección por el virus del SIDA o VIH.
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El cáncer de cuello uterino evoluciona con mucha frecuencia de modo lento y progresivo desde una lesión precoz o precancerosa del cuello uterino, hasta llegar a un cáncer invasivo del útero, atravesando varias etapas. Para sufrir esta transformación hasta el cáncer suele transcurrir un periodo de tiempo largo, incluso de algunos años.

Prevención secundaria del cáncer de cuello uterino

Si realizas las  medidas de prevención del cáncer de cuello uterino, disminuirás el riesgo de sufrir una lesión precancerosa de cuello uterino y, a su vez, estarás evitando la transformación a un cáncer de cuello uterino invasivo de peor pronóstico.

Causas del cáncer de cuello del útero

El cáncer de cuello uterino puede ser causado por una serie de factores de riesgo que aumentan las probabilidades de padecer un cáncer uterino.

Puedes evitar muchos de estos factores y reducir el riesgo. Lo conseguirás evitando la infección  por el virus del papiloma humano VPH, no teniendo relaciones sexuales de riesgo, poniendo la vacuna del virus del papiloma humano VPH, etc.

El virus del papiloma humano es el factor que genera más riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino.

Conocimientos recientes sobre los mecanismos mediante los cuales los factores de riesgo inciden para originar el cáncer de cuello uterino nos han ayudado a establecer con precisión dichos factores que son:

  • La infección por VPH: sabemos en la actualidad que la infección por el virus del papiloma humano VPH es el factor de riesgo más importante para padecer este tipo de cáncer del útero.
  • La infección por Clamidia, que puede ser asintomática, se contagia en la relación sexual y puede provocar enfermedad inflamatoria pélvica con infertilidad secundaria.
  • La infección por VIH o virus de la inmunodeficiencia causante del SIDA, que ocasiona disminución de las defensas inmunitarias de la mujer reduciendo también su protección ante el VPH virus del papiloma humano. Además, el VIH favorece la transformación de lesiones uterinas premalignas a malignas, es decir, a un cáncer invasivo de cuello uterino.
  • Los medicamentos hormonales:
    • El Dietilestilbestrol DES administrado en embarazadas puede originar que su hijas padezcan un adenocarcinoma en el cuello uterino, al igual que sucede con el cáncer de vagina. Este cáncer de útero no es frecuente en la actualidad.
    • Los anticonceptivos hormonales utilizados continuamente y durante muchos años pueden ocasionarte un aumento del riesgo de cáncer de cuello uterino. También es cierto que, después de utilizar los anticonceptivos hormonales durante muchos años, cuando se suspenden se va reduciendo  el riesgo y apenas hay riesgo de cáncer de cuello uterino transcurridos unos 10 años.
  • Los fármacos inmunodepresores que son utilizados para tratar a los enfermos transplantados y son administrados a las mujeres con  enfermedades autoinmunes. Estos fármacos  pueden ocasionar los mismos efectos que el VIH del SIDA al bajar las defensas inmunitarias y por tanto pueden transformar una lesión precancerosa de cuello uterino en cancerosa.
  • Los factores genéticos que ocasionan una mayor probabilidad de cáncer de cuello uterino como sucede si existen varios familiares que han padecido este tipo de cáncer.
  • Los factores socio-económicos originan que las clases más desfavorecidas no tengan recursos para realizar el diagnóstico precoz y recibir el tratamiento adecuado para las lesiones premalignas o precancerosas del cuello uterino.
  • La alimentación inadecuada e incompleta carente de vegetales, la obesidad y el  sobrepeso pueden ser factores de riesgo para el cáncer de útero.
  • Iniciar las relaciones sexuales a una edad muy temprana, practicar relaciones sexuales de alto riesgo, cambiar con mucha frecuencia la pareja sexual y no usar preservativo. Son factores de riesgo que puedes evitar.
  • No poner la vacuna del virus del papiloma humano VPH.
  • Los hábitos tóxicos como el fumar tabaco y el inhalar sustancias tóxicas.
  • Tener un numero alto de hijos o multiparidad.

Tratamiento del cáncer de cuello uterino

Existen varios procedimientos para tratar el cáncer de cuello uterino. La elección del procedimiento está en función de factores como las circunstancias personales de la mujer, la consideración de tipo, fase y estadio en el que se encuentra el cáncer o el deseo de tener hijos en el futuro.

Tipos de tratamiento para el cáncer de cuello uterino

Los tratamientos para el cáncer de cuello uterino más utilizados son:

Cirugía

La cirugía se realiza mediante una intervención quirúrgica que puede consistir en:

  • La cirugía diagnóstica del cuello uterino: Se indica para confirmar la sospecha del cáncer y para evaluar el grado de extensión de la lesión cancerosa del cuello uterino. El procedimiento consiste en realizar una biopsia u obtención de muestras de tejidos para analizar. Se lleva acabo mediante pequeñas intervenciones quirúrgicas, como la laparoscopia, la pequeña cirugía abierta o directa y las biopsias del cuello uterino, dirigidas mediante colposcopia.
  • Cirugía terapéutica del cuello uterino: Es un tratamiento del cáncer de cuello uterino mediante cirugía, que consiste en la extirpación de las lesiones malignas que afectan al cuello uterino.

Tipos de intervención quirúrgica

Existen diversos procedimientos quirúrgicos que serán indicados según la gravedad de la lesión o el estadio en que se encuentra la lesión precancerosa o cancerosa del cuello uterino.

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  • Electrocoagulación o cauterización del cuello uterino: Que se realiza mediante bisturí eléctrico para cauterizar o quemar la lesión.
  • Criocirugía del cuello uterino: Para la destrucción de las células atípicas del cuello uterino, utilizando frío intenso o congelación.
  • Cirugía láser en cuello uterino: Puede utilizarse para la obtención de muestras para analizar o para destruir las células atípicas, quemando el tejido del cuello uterino mediante la vaporización.
  • Conización: Consiste en extraer una porción del cuello uterino, en la cual se localiza la lesión y dejando un margen de seguridad. La pieza de cuello uterino extraída tiene forma de cono. Este cono será analizado y si los bordes están afectados hay que ampliar la extracción de tejido hasta llegar  al tejido sano.
  • Cervicectomía radical: Extirpación total del cuello uterino y de la parte superior de la vagina. Este procedimiento tiene la ventaja de respetar el cuerpo uterino donde se produce la implantación del embarazo, lo cual permite seguir teniendo hijos. La intervención se puede realizar por vía abdominal, por vía vaginal o por laparoscopia.
  • Histerectomía simple:  Extirpación total del útero. En esta operación no se extirpa la vagina, los ovarios ni las trompas. Tampoco se extirpan los ganglios linfáticos. 
  • Histerectomía abdominal: Se realiza mediante un corte vertical u horizontal en la pared anterior del abdomen, para proceder a la extirpación del útero y anexos.
  • Histerectomía radical: Extirpación de útero, ovarios, trompas, ligamentos de sujeción del útero, una porción de la vagina y extirpación de ganglios pélvicos. 
  • Exenteración pélvica: Consiste en realizar una histerectomía radical con linfadenectomía (extirpación de los ganglios linfáticos) y la extirpación de órganos pélvicos que están afectados por el cáncer, como son la vagina, el colon, la vejiga y el recto. Esta intervención quirúrgica es muy invasiva y suele ser traumática.
  • La linfadenectomía es la extirpación de ganglios linfáticos pélvicos y los adyacentes a la aorta. Para evitar realizar una extirpación muy amplia de los ganglios se puede realizar una biopsia intraoperatoria que consiste  en ir recogiendo muestras de ganglios o tejidos para analizar de modo inmediato durante la intervención y extirpar solamente los que están afectados.

Radioterapia

La radioterapia se utiliza con la finalidad de destruir las células malignas empleando radiación. Existen tres tipos de radioterapia:

  • Radioterapia externa: Mediante radiación que se aplica desde el exterior del cuerpo y va dirigida a la lesión cancerosa.
  • Radioterapia interna o braquiterapia: Se realiza colocando materiales radioactivos en el cuello uterino o su vecindad.
  • Radioterapia combinada: Mediante la aplicación combinada de radioterapia externa e interna. 

Si se aplica radioterapia, es importante detectar y tratar los posibles efectos secundarios que ocasiona la radioterapia. Estos efectos pueden ser locales o generales sobre el organismo.

Con frecuencia, la radioterapia se combina con quimioterapia para mejorar su eficacia.

Quimioterapia

La quimioterapia consiste en la administración de fármacos por boca o inyectados en vena que  pasan a la sangre y que se distribuyen  por todo el organismo. Existen numerosos tipos de medicación para realizar la quimioterapia.

Los fármacos empleados en la quimioterapia del cáncer de cuello uterino pueden actuar a la vez sobre la lesión cancerosa del cuello uterino y  también sobre  otros órganos del cuerpo. De este modo el fármaco evita la diseminación y trata las lesiones cancerosas a distancia llamadas metástasis del cuello uterino.

Los fármacos utilizados en la quimioterapia del cáncer uterino ocasionan efectos secundarios sobre distintos órganos. Estos efectos secundarios van acompañados de síntomas que se tendrán en cuenta y se tratarán para mejorar la calidad de vida de la paciente tratada mediante una quimioterapia del cáncer uterino.

Entre los efectos secundarios de los fármacos utilizados con la quimioterapia del cáncer uterino se encuentran: el cansancio general, pérdida de apetito, caída del cabello, fatiga respiratoria, náuseas y vómitos, dolores musculares, ulceras en la boca e infecciones.

Existen medicamentos para este cáncer que actúan por un mecanismo distinto a la  destrucción directa de las células cancerosas. Estos medicamentos actúan por un mecanismo indirecto que consiste en frenar o impedir la formación de vasos sanguíneos que son los que nutren al tumor y así se impide o se bloquea su crecimiento. Son los fármacos antiangiogénicos que pueden utilizarse como tratamiento aislado o combinado a otros fármacos quimioterápicos.

El tratamiento puede ser con un procedimiento terapéutico aislado o combinando varios tratamientos simultáneamente, lo cual está en función del tipo de cáncer y del estadio en que se encuentra. Existen también procedimientos terapéuticos experimentales o que están en fase de ensayo clínico. Con ellos se intenta mejorar los resultados obtenidos mediante los tratamientos clásicos.

Si observas alguno de los posibles síntomas del cáncer de cuello uterino debes acudir a consulta con tu ginecólogo/a para descartarlo u obtener un diagnóstico precoz y un tratamiento precoz del cáncer de útero. Una consulta a tiempo puede llevarte a la curación total de este cáncer. No lo dudes, el cáncer de cuello uterino se puede curar.

Pruebas para detectar cáncer de cuello uterino

Citología ginecológica

Recogida de células de la vagina y del cuello uterino que se analizarán en busca de alteraciones.

Exudado vaginal

Permite detectar el virus del papiloma humano VPH y tipificarlo para conocer su riesgo de generar cáncer en el útero.

Colposcopia

A través de inspección visual, permite revisar el cuello uterino en aumento y detectar lesiones muy precoces


Biopsia simple de cuello uterino

Extracción de pequeños fragmentos de tejido del cuello uterino para análisis microscópico o histológico.

Legrado uterino endocervical

Raspado del conducto cervical uterino o endocervix para analizar la porción del cuello uterino que no se puede visualizar con la colposcopia.

Conización de cuello uterino

Extracción donde van representados el ectocervix, el endocervix y la zona de transformación escamoglandular, donde se originan con más frecuencia las lesiones precancerosas del cuello uterino.