Qué es la citología ginecológica
La citología ginecológica es una prueba que se realiza para detectar el cáncer de cuello uterino.
El cuello del útero es la parte mas baja del útero o matriz, que asoma en el fondo de la vagina y se visualiza en la exploración ginecológica habitual.
La citología ginecólogica recibe también otros nombres como citología vaginal, citología cervicovaginal, citología cervical y prueba de Papanicolau.
Cómo se hace la citología vaginal
La citología vaginal se realiza durante la exploración ginecológica que realizas periódicamente. El ginecólogo, a la vez que realiza un reconocimiento del cuello del útero a través de la vagina, recogerá material mediante un leve raspado del cuello uterino. El material recogido contiene numerosas células que serán analizadas por un citólogo que emitirá un informe con el resultado.
La recogida de material para la citología vaginal no duele, es un procedimiento sencillo y no resulta incómoda ni dolorosa si se realiza adecuadamente.
Citología vaginal: Indicaciones
Una citología cervicovaginal realizada periódicamente o de modo rutinario, permite detectar precozmente una lesión precancerosa o un cáncer de útero.
Actualmente, la mayoría de los cánceres de cuello uterino que se diagnostican son de mujeres que nunca han realizado una citología ginecológica o que hace muchos años que realizaron la última.
Resultados de la citología vaginal
El resultado anormal de una citologia ginecológica puede ser fundamental para detectar precozmente una lesión precancerosa o la presencia de un cáncer del cuello del útero.
Ante el resultado anormal de una citología vaginal, el ginecólogo indicará pruebas complementarias para realizar el diagnóstico definitivo de un cáncer de cuello uterino.
El resultado de la citología mostrará alguno de los siguientes resultados:
- Citología normal: Las células analizadas son normales. No hay evidencia de células atípicas.
- ASCUS: Hay células atípicas pero de significado indeterminado. Conviene completar estudio y aplicar tratamiento si es preciso, ya que esas células pueden ser secundarias a varios procesos. Es el caso de cuadros infecciosos o inflamatorios del cuello uterino, VPH virus del papiloma humano, alteraciones premalignas, etc. Aunque se resuelva espontáneamente o con tratamiento, debes seguir realizando controles citológicos.
- CIN o displasia cervical: Células atípicas con alteraciones premalignas que pueden ser de dos tipos de grado:
- CIN o displasia de bajo grado LSIL: Con menos riesgo de originar un cáncer de cuello uterino.
- CIN o displasia de alto grado HSIL: Con mayor riesgo de ocasionar un cáncer de cuello uterino.
Atendiendo a la gravedad de las características y la disposición de las células atípicas que aparecen en la muestra de la citología, se distinguen tres tipos de CIN (también llamado displasia o neoplasia cervical intraepitelial):
- CIN 1 o displasia leve: Lesión premaligna de carácter leve.
- CIN 2 o displasia moderada: Lesión premaligna con riesgo moderado de producir un cáncer de cuello uterino.
- CIN 3 o displasia severa: Lesión precancerosa severa, con alto riesgo para causar un cáncer de cuello uterino.
Es importante aclarar que, de todas las lesiones descritas hasta aquí, ninguna es un cáncer de cuello uterino. Solo son lesiones precursoras o premalignas, que abandonadas a su evolución, sin ser tratadas o vigiladas, pueden finalmente causar un cáncer de cuello del útero.
Ante la presencia de alguna de las lesiones descritas, el ginecólogo podría indicar la realización de alguna de las siguientes exploraciones ginecológicas complementarias:
- Colposcopia para visualizar las posibles lesiones causantes de citología con resultados anormales.
- Biopsia de cuello uterino .
- Conización, muy útil en lesiones amplias.
- Tipaje de VPH en casos de lesión premaligna en la citología que indican presencia de ASCUS (células atípicas de significado indeterminado) o presencia de un CIN o displasia cervical (presencia de células atípicas de alto grado o bajo grado).